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Tapa del "El Sheriff"
 
El Sheriff . Vida y leyenda del Malevo Ferreyra
Sibila Camps. Planeta, Buenos Aires, 2009.

Una historia de Tucumán
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UNA HISTORIA DE TUCUMÁN

Sibila Camps inició su investigación en 1994, buscando comprender cómo un famoso ex policía, recién sentenciado a cadena perpetua por triple homicidio agravado con alevosía, había sido denunciado anteriormente por muchos delitos similares y por torturas, sin llegar nunca siquiera a juicio. Más inconcebible aún resultaba que semejante individuo –un funcionario público– tuviera un amplio consenso popular en su provincia. La búsqueda de esas explicaciones se convirtió en El sheriff.

Indagar en la vida del ex comisario Mario Oscar Ferreyra abre la puerta a un mundo tan oscuro como fascinante, donde el personaje que él mismo se construyó –el Malevo Ferreyra– en ocasiones roza el mito. Implica recorrer buena parte de la historia de Tucumán de los últimos 70 años: los penosos trabajos de las familias cañeras, la represión al servicio de los dueños de los ingenios, la Resistencia Peronista, las primeras guerrillas, la diáspora cuando Onganía cierra once ingenios. Implica hablar de los curas del Tercer Mundo; del Tucumanazo; de la Policía adiestrada y habilitada por el Ejército durante el Operativo Independencia, en el que Ferreyra participó voluntariamente como “capucha”; de los motines de los canapintadas, que mantuvieron en vilo a todos los argentinos.

En la biografía del Malevo se entrecruzan nombres famosos y siniestros, como el Familiar del Diablo –“responsable” de los primeros desaparecidos, en los ingenios azucareros–, el Clan de los Ale y el de los Gardelitos, el general Bussi y el Comando Atila. La violencia se desparrama en comisarías y villas de emergencia, garitos y casas; incluso en los hogares del propio Ferreyra, en un crescendo que culminó en su planificado suicidio mediático, el 21 de noviembre de 2008.

Apoyado en una exhaustiva investigación, El sheriff recoge y articula además los testimonios de cerca de 50 entrevistas exclusivas, entre ellas, largas conversaciones con el protagonista. Un libro que se planta en el personaje –por momentos, con el ritmo de una novela policial–, al tiempo que analiza las voces de una provincia que actúa como caja de resonancia de todo un país.

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ÍNDICE


Ojos y miradas Leer

El jardín de los senderos que se entreveran
Prólogo

Capítulo I – Machete y látigo
La infancia de Mario Ferreyra en una familia típica de cañeros del este tucumano, puesta en contexto histórico. El durísimo trabajo infantil de los cinco hermanos varones. Ver más

Historias de cuchilleros. La brutalidad y los castigos del padre. Mario caza su primer halcón y su primer puma. La leyenda del tigre uturunco. Los Uturuncos, la primera guerrilla de la Argentina.


Capítulo II – El diablo entre los surcos
Mitos de Tucumán. Los espantos que aterran al niño Mario Ferreyra. El mito del Familiar y los primeros desaparecidos. Ver más
Mario viaja a Córdoba a los 12 años, para estudiar con los franciscanos. La primera comunión; su visión de Dios y el diablo. El primer año del secundario con los franciscanos en Paso del Rey.


Capítulo III – Pérdidas
Ferreyra ingresa a la Escuela de Policía, donde es un mal alumno. La primera novia, en Los Pereyra; la primera desilusión. La violencia doméstica en su casa; la partida del hogar. Ver más
La FOTIA y la Resistencia Peronista. La dictadura de Onganía y el cierre de los once ingenios; la diáspora de los tucumanos, incluida la familia de Ferreyra.


Capítulo IV – De armas tomar
Los primeros destinos de Ferreyra como policía de campo. Peleas de malevos. Los bandidos populares de Tucumán. La resistencia de la FOTIA y la represión policial. Ver más
El Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Las FAP y Taco Ralo; otras guerrillas. El Tucumanazo. El Ejército se instala en Tucumán. Ferreyra comienza a acumular denuncias penales. Sus primeras mujeres; sus hijos y sus entenados. Sus enfrentamientos con “los jotaperonchos”. El intento frustrado de depurar la Policía en 1973.


Capítulo V – La escuelita
El auge de la guerrilla en Tucumán; ERP y Montoneros. Ferreyra se ofrece a luchar en el Operativo Independencia. Enfrentamientos reales y fantaseados. Ver más
Participación de la Policía de Tucumán en el Operativo Independencia y en la dictadura. Balance de desapariciones forzadas en la provincia. Ferreyra vuelve a las comisarías y sigue acumulando denuncias en su contra.


Capítulo VI – Un buen alumno
Ferreyra se hace cazador de cuatreros y se convierte en “un cuentapropista del orden”.
Retorno de la democracia y fracaso de un nuevo intento por depurar la Policía. Los primeros motines.
Ver más
Ferreyra sigue cambiando de mujeres. Se instala en la ciudad de Tucumán. Asciende a jefe de Robos y Hurtos. Denuncias de torturas. Los primeros fusilamientos y ejecuciones, simulando enfrentamientos. Ferreyra sigue sumando causas, de las que siempre resulta sobreseído.


Capítulo VII – Vamos las bandas
El mapa del delito de Tucumán desde 1986 hasta 1990. Los Gardelitos vs. el clan de los Ale; tiroteos. Ferreyra persigue a los Gardelitos, pero tiene arreglos con los Ale y los deja actuar.


Capítulo VIII – Azote de Dios
La muerte del 'gardelito' Daniel Carrizo por torturas. Tucumán, espantada por la aparición del Comando Atila. Otros muertos por torturas en la Brigada de Investigaciones. Ver más
La vida familiar de Ferreyra; nacimiento de sus hijos Franco y Alain. Debilidad por los niños vs. violencia contra sus mujeres.


Capítulo IX– Las Vegas, como en Chicago
La “guerra de las maquinitas”. Ferreyra allana garitos de juego clandestino. Atentados contra locales. El tiroteo del bar Las Vegas. Ver más
Ferreyra denuncia a “Sopa 'i Chancho” y empieza a jugar en la interna de la Policía. Características de la corrupción policial: los “herbívoros” y los “carnívoros”. Los parapoliciales del Comando Atila siguen activos.


Capítulo X – Canapintadas
Los motines policiales de 1990 que mantuvieron en vilo a los argentinos. Ferreyra se convierte en el personaje del Malevo. Ver más
Ferreyra se hace famoso en todo el país y en el exterior. Mito y verdades. El auge del bussismo. La intervención a Tucumán. Ferreyra, jefe de Policía paralelo.


Capítulo XI – La cacería
El triple asesinato de Laguna de Robles. Detalles de cómo lo prepara Ferreyra: elección de sus víctimas, desplazamientos, complicidades, traslados, etc. Primera versión de la ejecución.


Capítulo XII – Fuera de juego
Ramón Ortega asume la gobernación. Ferreyra patea el tablero, denuncia por corrupción a la plana mayor de la Policía y es pasado a disponibilidad.


Capítulo XIII – Los muertos que vos matáis
La verdad sobre Laguna de Robles; la huida del único sobreviviente. Investigación del triple homicidio. Detención de Ferreyra y de sus hombres.


Capítulo XIV – Mundos paralelos
Continúan las andanzas del Comando Atila y de los Ale: los asesinatos del empresario Macaione y del oficial Salinas. Ver más
El juicio contra Ferreyra y sus ocho subordinados. El mito del comisario honesto. Nueve condenas a cadena perpetua.


Capítulo XV – El matrero
Ferreyra se fuga de Tribunales, alentado por la multitud. Una novia quinceañera para un comisario de 45 años. Ver más
El Malevo se convierte en el hombre más avistado del país, pero nadie lo encuentra. El tiroteo en Zorro Muerto. Ferreyra comparte la cárcel con los Atila, sus ex subordinados.


Capítulo XVI – Preso de la leyenda
En la cárcel, Ferreyra es un preso VIP. Visitas. Mascotas. Asados en prisión con sus amigos. Ver más
El nacimiento de sus dos hijos menores. Los absurdos aforismos de Ferreyra. El mito sigue creciendo. También sigue creciendo el Clan de los Ale, con los Cinco Estrellas, una flota de remises “truchos”.


Capítulo XVII – Tiempo de descuento
Rebajas varias en su condena. Desde la cárcel, Ferreyra hace campaña por el bussismo. Ver más
Bussi vuelve a la gobernación. Ferreyra sueña con el indulto y con ser jefe de Policía. Primeras salidas transitorias. El juicio por la fuga y el regreso a la cárcel.


Capítulo XVIII – Amigos de fierro
La gobernación de Miranda. Ferreyra inicia las salidas laborales. Vuelve a las andadas y a los “aprietes”. Ver más
Ferreyra retorna al campo. El reencuentro con sus hijos. Nuevas denuncias por violencia. Los Ale, cada vez más impunes. Coletazos de algunos ex Atila. Ferreyra junta firmas para conseguir su indulto.


Capítulo XIX – El tiro del final
El pasado de Ferreyra como “capucha” en un grupo de tareas: el caso Osores. Responsabilidades de otro ex Comando Atila, “Pancho” Orce. La Justicia busca a Ferreyra. Ver más
El juicio contra Bussi. Las amenazas de Ferreyra a su denunciante. Por qué se suicida. Cómo prepara el suicidio, para presentarlo como un “acto de combate”. El impacto de una muerte mediática. En el velorio y en el entierro, el mito del Malevo sigue creciendo.


Capítulo XX – Epílogo
Qué fue de los personajes que pasan por el libro. Un policial donde ganan los malos.

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ojos y miradas

«¿Por qué nadie pregunta por el prontuario de los tres tipos que ejecutó Ferreyra?», se indigna Juan Carlos Nacul. Viene siendo su abogado defensor desde diciembre de 1991, pero no pudo evitar que, después de haber sido sobreseído en veintidós causas penales, el ex comisario mayor Mario Oscar Ferreyra fuera finalmente condenado a cadena perpetua, junto con ocho de sus hombres de la Dirección General de Investigaciones de Tucumán.

Hace apenas tres minutos que estamos hablando en el bar del Hotel Premier –convertido por esos días de febrero del ’95 en búnker de Fuerza Republicana–, gracias a los buenos oficios de Fernando Berni, entonces periodista de la sección Policiales de La Gaceta. Nacul insiste en cobrarme para ir a verlo a Ferreyra. Vuelvo a decirle que no soy empresaria ni manejo dinero; que emprendí este libro por mi cuenta, que estoy destinando hasta el último minuto de mis vacaciones a entrevistas y búsquedas en archivos, y que me estoy costeando desde los pasajes hasta el alojamiento en una pieza aderezada por la humedad.

Se lamenta de que no recibe un peso por defender a Ferreyra, que no tiene trabajo desde hace años, y que de la Legislatura lo echaron por motivos políticos. La charla, más bien desagradable, llega pronto a un punto muerto. Nacul se dirige a Berni: «Si vos querés ayudarla a la chica y Mario acepta la entrevista, yo no voy a poner obstáculos». Y luego a mí: «Inténtelo. Yo no sé si usted le va a poder sostener la mirada. Los delincuentes, cuando los miraba, se... encima». Queda desconcertado cuando le hago notar la diferencia: «Yo no tengo por qué tener miedo, no tengo nada que ocultar. No soy delincuente, soy periodista».

La entrevista se resolvió sin inconvenientes, por la vía institucional. El subsecretario de Seguridad, doctor Washington Navarro Dávila, se comunicó con el director del penal de Villa Urquiza, y pidió que se le consultara a Ferreyra. La respuesta fue positiva.

«Que traigan al interno», ordenó el subdirector de la cárcel. Lo vi a unos diez metros, conversando con un guardia. Estaba de costado y, aunque no había reparado en mí, confieso que al observar su mirada, el corazón me dio un vuelco. Me salvó el amor propio; cuando me lo presentaron nos dimos la mano –aprieta fuerte, aunque sin lastimar–, y enfrenté la mirada con naturalidad.

Tiene los ojos hundidos y los globos oculares ligeramente saltones bajo las cejas espesas, lo que le da cierta sensación de mirada torva. Es una mirada nerviosa –nunca termina de relajarse– y, al compararla con las de las fotos periodísticas en situaciones de extrema tensión, se me ocurre que puede llegar a ser más bien la mirada de la fiera acorralada, la que puede ser peligrosa pero sólo si se siente en riesgo. Al poco tiempo noto que Ferreyra mira fijo, pero no sostiene la vista por mucho tiempo seguido y la desvía hacia algún costado donde no sucede ni hay nada especial, tal como hacen las lechuzas y los búhos. Es una mirada sin ninguna intención y, por lo tanto, inofensiva; la mirada.

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  comentarios y notas

 

Comentarios

Revista Ñ, Clarín, Buenos Aires.

Suplemento Radar, Página 12, Buenos Aires.

La Razón, Buenos Aires.

ADN Cultura, suplemento de La Nación.

La Gaceta, Tucumán.

 

Notas

La Gaceta, Tucumán.

Marca de Radio, Eduardo Aliverti, AM910, La Red.
Revista Viceversa, El Liberal, Santiago del Estero.

Estoestucuman.com.ar, Tucumán.

Notiexpress, Santiago del Estero.

Tucumanhoy.com, Tucumán.

La Columna, Santiago del Estero.

La Opinión, Rafaela, Santa Fe.

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