Sibila Camps En la Argentina, baja la tasa de fecundidad, el calendario de la maternidad se está atrasando y las mujeres postergan la edad para tener su primer hijo. Es una de las señales de que la mayoría de las parejas y las mujeres planifica los embarazos. Sin embargo, cuando se repara en ciertos datos -como el alto número de madres adolescentes-, se observa que aún queda mucho por hacer en materia de políticas públicas.
El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) presentó ayer el informe Situación de la población en la Argentina, que incluye análisis de los últimos datos disponibles. Allí se ve que el número de mujeres nacidas en los '80 que tuvieron su primer hijo antes de los 23 años se redujo al 38,7%, casi 5 puntos menos que las nacidas entre 1960 y 1979, y casi 10 menos que las nacidas en los '60.
La decisión de planificar los embarazos también se revela en que la tasa general de fecundidad siguió bajando y se mantiene en 2,3 hijos por mujer, apenas dos décimas por encima del nivel necesario para garantizar el reemplazo de la generación de madres.
En 2003 se puso en marcha el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. "En el informe se observa una alta prevalencia del uso de métodos anticonceptivos (78%); pero casi la mitad de las mujeres (41,4%) usa preservativos, y las encuestas no permiten saber si se utiliza bien, y en todas las relaciones", señala Eleonor Faur, de UNFPA.
Precisamente el condón es el método preferido por el 68,7% de las adolescentes, un hecho positivo en tanto evita el contagio de enfermedades de transmisión sexual. Pero por otra parte es "uno de los métodos que más fallan, y que necesita de más condicionantes que otros métodos modernos; y no sabemos cuántas veces terminaron en abortos -apunta Faur-. Hay varios mitos que circulan sobre su uso. Además, muchas mujeres tienen menor capacidad de imponer al varón la decisión de usarlo".
No parece casual, entonces, que las cifras sobre embarazo adolescente se mantengan altas. En 2006, de cada mil adolescentes, 64 tuvieron un hijo. "Si bien hay un descenso, éste es muy lento, y la tasa de fecundidad adolescente se mantiene muy alta, sobre todo para un país con nuestra fecundidad general", repara la doctora Alejandra Pantelides, investigadora principal del Conicet en el Centro de Estudios de Población (CENEP).
Más del 15% de las mujeres que fueron madres en 2006 eran adolescentes. La disparidad regional es enorme, y va del 7,1% en la Capital, al 24,4% en Chaco. En 18 provincias, las madres menores de 20 años superan el promedio. En general, está en relación con el nivel educativo y, sobre todo, el grado de desarrollo de las provincias, a excepción de Santa Fe, debido a factores culturales y a la existencia de bolsones de pobreza.
"En general, las adolescentes consultan poco en el sistema de salud -admite Paula Ferro, directora del Programa Nacional de Salud Sexual-. Debemos seguir aumentando los espacios permeables para los adolescentes, de manera articulada con el sistema educativo. La ley de educación sexual recién está empezando a implementarse".
El informe repara en las altas estimaciones del número de abortos inducidos, que Pantelides calcula en el rango de los 447.000 por año, frente a los casi 750.000 nacimientos. "No debería serlo, pero en los hechos, el aborto está siendo un método de control de la natalidad", destaca la investigadora.
Las complicaciones derivadas de abortos siguen siendo la principal causa de muerte materna: el 29% de las aproximadamente 330 registradas cada año, en su mayor parte evitables. "No sabemos si algunas de las otras causas de muerte materna, como la sepsis, derivan también de abortos", advierte Pantelides.
La contracara es el número creciente de controles prenatales: apenas el 11,4% llega al parto con menos de cinco controles. Una vez más, son las mujeres más pobres, las de menor nivel educativo y las adolescentes, quienes toman relativamente menos cuidados neonatales. Casi todos los partos (99,2%) tienen lugar en centros de salud.
"Hay que profundizar mucho en la comunicación, para que las parejas y las mujeres conozcan la variedad de métodos anticonceptivos disponibles y legales", concluye Faur. Ferro coincide y anuncia que el programa a su cargo comenzará a entregar los insumos de manera directa a los depósitos provinciales y centros de salud, para garantizar su distribución. |